Reconozco que: que hay un mundo en gradaciones, cuyas partes no puedo experimentar todas con mis cinco sentidos, que hay por lo tanto un mundo supersensible con el que puedo estar conectado.
Reconozco que: que mi alma es un vagabundo sobre muchas vidas recurrentes, independiente del cuerpo.
Reconozco que: que en la previsión creativa se me otorga un libre albedrío para hacer éticamente el bien y el mal, y que yo mismo soy plenamente responsable de todas las acciones pensadas y realizadas, más allá de la vida presente.